
Desde nuestra primera infancia nos cansamos de oìr a los mayores pronunciar solemnemente, "hay que tener los pies en la tierra", y desde nuestra pequeñez pensamos si serìa posible elevarnos sobre ella, ¿serìamos capaces de volar?
¿Y por què los adultos no deseaban volar?, ¿sentirìan temor?
!!Ahh!!,!! què no darìan los niños por volar!!!Serìan poderosos!, superhèroes, magos,reyes...
Pero los mayores insisten con su frase,"...los pies en la tierra". Y en procura de una explicaciòn, no faltarà quien aclare con sutileza: "quiere decir que hay que ser realista, ubicarse en el lugar exacto en que se està parado".
Otros, màs descarnados, expresaràn, "...no hay que dejar volar la imaginaciòn".
¿Acaso es malo que vuele la imaginaciòn? ¿Què es la imaginaciòn? ¿No es la concreciòn mental de hechos, situaciones, a travès de la fantasìa? ¿No son producto de la imaginaciòn, muchas obras de arte, escritos, mùsica? ¿La creatividad, el genio, no nace en algùn punto de la imaginaciòn?
La imaginaciòn permite hacer realidad aquello que aùn no lo es, que tal vez nunca lo sea, permitiendo instantes gloriosos de felicidad.Esperamos a los Reyes Magos con sus obsequios, a Santa Clauss y su trineo.¿Por què no permitirnos soñar?
Adultos, adoradores de la rutina, amantes de lo material, protectores de las apariencias, afirmemos nuestros pies en la tierra, vivamos la realidad, no necesitamos fantasear...
1 comentario:
¿En que quedamos? Imaginamos, bién pero con los pies posados en tierra.
Johnny
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