domingo, 28 de enero de 2007

Las Flores




Estas flores tan bellas, cargadas de pureza, engalanadas de exquisitos efluvios,
bien podrìan ser las flores de mi entierro, !las hipòcritas flores de mi entierro!
Mi compañìa silente y postrera hasta el lecho final! !Hipòcritas ellas y quien
me las enviò!, a sabiendas que detesto las flores.Las flores se marchitan como los
sentimientos, y què son las flores?, sino òrganos, extremidades arrancados sin
piedad a un ser vivo...!y para què!, para que ostenten su moribunda belleza un par
de horas, para que fenezcan sus sangrientos tallos, minuto a minuto, junto a mì.
¿Cuàl es el sentido de obsequiar restos dolientes, torturados, exànimes a quien yace
en su ùltimo sueño? ¿No es acaso una ofensa digna de que el occiso y las malditas
flores se rebelen y protesten como muestra final de indignaciòn? ¿Por què no
hacerlo?
Quizàs lo concrete y allì donde exista una flor, y allì donde se halle el emisor
de la misma, la maldiciòn cadavèrica lo perseguirà hasta empujarlo a su fosa
sepulcral.Y allì no habrà flores,no.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parecieron, y me parecen hermosas las flores. Es segùn el estado de ànimo de las personas. Creo que son la belleza de la Creaciòn. Y en un funeral ponen la cuota exacta de vida que se extingue con ellas.