miércoles, 7 de febrero de 2007

El Ejemplo



Tienes que dar el ejemplo, ¿y còmo hacerlo?,
el ejemplo ha de ser virtuoso, digno de imitar,
tal vez ni lo deseas.¿Y si simplemente prefieres
ser la persona necia y egoìsta que eres?
¿Y si tu ejemplo eliges guardarlo
en tu cavidad màs profunda y repugnante?
Entonces, no hagas nada, sòlo relàjate,
no es obligaciòn no ser modelo de nada.
Èchate y contempla la vida, vè còmo pasa,
còmo reparte con su elogiada justicia
entre quienes mucho y quienes màs tienen.
Las sobras, si las hay,
pronto sabràn cual oro en manos del màs pobre,
del que poco o nada posee.
No te ofusques, son reglas de la vida, universales.
Leyes muy respetadas por las potencias, los gobiernos,
quienes raras veces coinciden,
pero en esto, todos acuerdan.

Y ellos se supone, son mi ejemplo, mi cànon a seguir
y a su vez yo serè el ejemplo de alguien màs.
Mas, agotada estoy
y ya no es mi deseo continuar
con este juego perverso.
No por buena, no por justa, no por nada.
Sòlo que me aburriò, no quiero ser ejemplo.

Coincido amigo, contigo,
me relajarè y me echarè en el camino,
a tu lado, a contemplar la vida,
y no hablaremos,
una sola mirada que todo expresarà,
cerraremos los ojos
y quizàs,
hasta soñemos.

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